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viernes, 23 de agosto de 2013

El Vicio de las Vacaciones


Esta historia puede comenzar en una playa, cualquiera puede servirnos para el momento. Un par de personas cualesquiera que no se conocen, no nos hacen falta lazos amistosos para saber lo que puede ocurrir.
Un paseo por la playa con sus amigos, unas vacaciones especiales para el que disfrutaba sin parar. Las bromas se sucedían entre los joviales chicos comentando que si esta chica o la otra. Cruzaban morenas, rubias, pelirrojas, altas, bajas, mas esbeltas o menos pero todas recibían un alago por parte del grupo de testosterona con patas que eran aquellos muchachos.

Ya en la playa, tumbados, luciendo palmito mientras hablaban, comentaron que podrían hacer por la noche para "liberar" sus energías entre fiesta y chicas. Sabían de algunos lugares donde podrían encontrar gente y garitos para pasarlo bien y disfrutar.


 Durante ese rato apareció un grupo de chicas de su edad aproximadamente y se sentaron cerca de nuestro grupo protagonista, evidentemente ellas se sentaron cerca de ellos muy aposta. Ellos se fijaron en ellas y reían diciendo cual sería más receptiva a ligar, donde saldrían de fiesta, con cuál de ellas ligaría alguno.

Para más inri las chicas comenzaron a untarse crema unas a otras, retirando tirantes y soltando los bikinis para poder tomar "mas" sol. ¿Cómo creéis que se lo tomaron los chicos? Muy burros ellos entre la arena, el calor y la falta de ropa de las chicas comenzaron a llamarlas y gritarlas que si querían unirse al grupo.


Ellas ni caso, es evidente que querían llamar su atención pero no querían "jugar" con ellos en aquel momento. Una de ellas parecía más interesada en los chicos, parecía ser la menos tímida de todas y también la más experimentada. Alzo la mano a los chicos y les saludo  antes de tumbarse al sol.

Los comentarios típicos salieron a la luz "Nos ha saludado", "Vamos a conocerla". Pero los chicos como la espuma, suben de golpe pero se diluyen en poco tiempo. Aun así ellos se quedaron con las ganas de hablarlas y conocerlas.

Pasaba el día y el sol se iba, no cesaron los comentarios sobre las chicas y si las verían a la noche y cuál sería la mejor manera de entrarlas para ligar con ellas. Se quedaron mirando en la orilla mientras ellas se bañaban en la playa y jugaban salpicándose, agarrándose, nadando y más embobados se quedaron cuando las chicas salían del agua.

Nuestras chicas se cogían el pelo para secárselo un poco, esto hacia que sus pechos quedaran más expuestos y realzados. Alguna se estrujaba el sujetador del bikini para exprimir el agua. Los chicos prácticamente tenían un encefalograma plano en ese momento, solo salieron del shock cuando nuestra chica más picara se paró en la orilla prácticamente enfrente de ellos.

Nuestra hermosa hembra se agacho para dejar caer su pelo por delante, esto hizo que los pechos fueran más visibles y el canalillo estuviera muy presente en la nueva vista. Se levantó de golpe agarrándose el pelo de manera sugerente mientras andaba mirando de reojo a los chicos que no supieron que hacer.

Cuando la chica se unió a su grupo todas la miraron y se rieron con ella, los chicos casi se rompen el cuello al seguirla con la mirada.

Ambos grupos recogieron sin mezclarse. Los chicos empezaron pues a preparar la noche.

Llegada la noche en la zona de copas de la zona de playa el grupo de chicos fue tonteando con algún grupo de chicas lanzando piropos riéndose mientras bebían una mezcla de alcohol que habían preparado con anterioridad.

Los chicos se arreglaron bastante, aunque el estilo playero fresquito lo se lo quitaron. Camisas cortas de colores, pantalones cortos vaqueros y algunos complementos de playa.
Casualidades de la noche que apareció una de las chicas del grupo de la playa. Los chicos la vieron venir y la saludaron e instigaron mientras llegaba a su posición.

Se sorprendieron en gran medida que fuera ella la que se acercara y al mirar algo más haya de nuestra susodicha vieron al resto de mujeres en corro sin perder ojo de lo que su compañera conseguía.

Fueron invitados a compartir momentos en la noche, risas en la playa y alcohol en la arena con las chicas. No dudaron ni un momento, incluso alguno soltó una broma sobre follárselas en la arena mientras iban de camino.

Todo iba de lujo, se lo pasaban genial todos juntos. La música de los garitos de la orilla llegaba hasta la playa y bailaban al son de lo que sonase. Algunos más arrimados que otros. El alcohol también hacia meya en todos los individuos del nuevo grupo y cada vez estaban más desinhibidos.

Nuestra amiga más “lista”, si lo podemos decir así, coqueteaba con todos. Iba con un vestido corto ajustado rojo y con la melena suelta y unos labios muy carnosos y deseables.

Entre bailes ya había tocado más de un bulto en los chicos, mordido algún cuello y también susurrado lo cachonda que estaba esa noche. Ella era la que quería fiesta esa noche pero ninguno de los chicos era todo lo que ella quería.

Las horas pasaron y ya amanecía, las chicas querían ir a descansar y alguno de los chicos también. Pero nuestra provocadora quería seguir y porque no, rematar la faena.

Tras hablar entre ellas decidieron irse y alguno de los chicos también se marchó ya que el alcohol no les había sentado muy bien. Tres chicos se quedaron puesto que querían ver amanecer.

Al poco tiempo nuestra picarona apareció de nuevo en la playa aludiendo que sus amigas eran muy sosas y que en la playa bien acompañada se estaba muy bien. Se sentó entre los tres chicos y se dejó caer sobre dos de ellos. En un momento de silencio se incorporó y beso a uno de ellos en los labios, un beso corto pero muy provocador.

Los otros dos chicos sintieron que sobraban pero ella les pidió que se quedaran que le gustaría más compañía en el amanecer. Acto seguido beso a los otros dos chicos de igual manera que al primero. Todos se quedaron sorprendidos y parados, sin mediar palabra.

Ella tomo la iniciativa agarrando la mano de uno de los chicos y diciéndole “no te preocupes tu haz lo que creas mejor, diviértete”. Poso la mano del chico en su muslo, un muslo muy carnoso, firme y duro. Le beso más intensamente mientras los dos chicos miraron.

Se sentó en las piernas de otro y le beso, de esa manera todos se sentaron alrededor de ella y empezaron a tocarla. Los chicos iban despacio, aun sorprendidos por lo que ocurría. La chica era una viciosa y el alcohol hacia que se destapara del todo.

Ella empezó a tocar los bultos de los chicos mientras era besada por uno y por otro, ella se sentía poseída, desbordada por tanta mano y tanta sensación a la vez. Le ponía mucho esa situación, ser manejada por varios hombres. No sabía por dónde la tocarían o que harían con ella pero eso es lo que buscaba, sentirse un objeto y que ellos fueran sus objetos de placer.


Al fin un valiente metió mano bajo la ropa de la chica, mojada, empapada, muy acelerada. Con la respiración ya acelerada ella pidió que la masturbara. No dudo este muchacho en introducir un dedo en ella. Como el vestido era ajustado con solo levantar la falda dejaron su ropa interior a la vista.

El tanga estaba ya mojado por las ganas. Ella mientras manejaba los sexos de los otros chicos a los que les empezó a bajar la cremallera para dejar sus miembros al aire de la mañana. Notó como estaban acelerados pero cortados, no entendía porque pero siguió sin cortarse lo mas mínimo.

Estaban algo flácidos aun, tenían algunos nervios encima y se notaba por lo torpe de los movimientos de estos a la hora de tocar a la chica. El chico que la masturbaba ya estaba metido en faena y no dudaba en cómo darla placer. Mas rápido, mas despacio, mas profundo, mas suave, se manejaba bastante bien.

Saco el dedo de ella y se lo dio a probar a ella que lo lamio como si de una polla se tratase haciendo que el chico estuviera más caliente. Se puso de pie y se quitó los pantalones. Sus compañeros hicieron lo mismo imitándole puesto que el parecía más desinhibido. Dejaron su sexo al aire, alguno más duro, alguno más ancho, alguno más largo pero todos apetecibles para la chica que no sabía por dónde empezar.

Agarro dos de las pollas y una tercera se la introdujo en la boca y empezó a chuparla. Movía las manos de manera descoordinada para masturbar a los chicos que no pensaban que les podían ver. Degustaba cada centímetro de esa deliciosa carne, haciendo que endureciera como si de hacer un buen guiso al punto se tratase.

Ella tenía la mente en la gloria se mojaba solo con la sensación de morbo y de tener a tres hombres para ella. Agarro con fuerza dos penes y se los metió en la boca. Ambos chicos suspiraron a la vez y miraron a las musarañas por culpa del placer.

Se empezó a tocar con una mano mientras seguía con sus trabajos bucales y manuales a los chicos. Se metió dos dedos, le entraron sin problema porque estaba muy húmeda y deseosa de sexo. Paraba de chupar para coger aire y gemir de placer.

Al fin uno de los chicos se decido a ponerla a cuatro patas y quitarla la ropa interior. La forzó un poco a colocarse en la mejor posición para que no parase de realizar la felación a los otros dos chicos.

De golpe noto una polla muy ancha dentro de ella y no pudo evitar gemir de manera descontrolada. Comenzaron los empujones enérgicos, este chico estaba muy encendido por culpa de ella.

Ella se sentía sucia y usada pero a la vez sentía el morbo del momento y deseaba más y sentirse más húmeda y follada.

Pararon los empujones y uno de los chicos le pidió paso al que empezó toda la penetración. De nuevo se sitio llena, la clavo la polla en su coño. Esta vez su gemido fue mudo, mordiéndose los labios mientras con una mano agarraba al chico que se quedó con ella. Apenas mediaba palabra puesto que no tenía tiempo ya que dos penes duros y húmedos estaban ansiosos por entrar en su boca. Mientras sus nalgas golpeaban contra la cadera del chico noto como la agarraron del pelo y tiraron hacia atrás. Tuvo que soltar a sus dos compañeras vocales y gritar ligeramente de dolor. Los chicos sonrieron mientras el de atrás solo asentía y la miraba golpeándola con más energía como si con cada embestida quisiera penetrarla más y más profundo.

Uno de los chicos a los cuales le estaba  haciendo una felación estaba por acabar avisando con palabras de su próxima corrida. Soltó todo su semen sobre la cara de la chica que no pudo evitar sonreír y gritarle “Guarro, no me manches”.

En que estaba detrás de ella también aviso de su corrida y pronto se puso delante de ella para eyacular en su boca y cara como el primero. La sensación no era de suciedad y vicio, ahora se sentía muy puta, les había zorreado y follado. No se sentía mal, era una sensación nueva que ella misma quería conocer.

Aún quedaba un chico y pidió a sus compañeros que la sujetaran que él también quería acabar. La agarraron de los hombros tal cual se encontraba a cuatro patas. De repente sintió un dedo en su ano, grito negativamente, no estaba de acuerdo con aquel gesto pero tampoco se impuso demasiado para que no ocurriera tal acto.

El último de los chicos la masturbo el ano introduciéndola un dedo y otros dos en el coño para que no sintiera dolor mientras la decía “no te preocupes seré cuidadoso”. Se había abandonado a que la usaran de manera que ellos deseaban, el alcohol y el sexo había despertado animales.

Tras un orgasmo mientras se mordía los labios llenos de corrida de los dos primeros chicos noto como el miembro muy duro se ponía en la entrada de su culo. Esta vez se movió algo más pero los otros la tenían agarrada para que no se moviera y diera la vuelta.

De repente se sintió reventada, aunque fue despacio, termino de meter su pene en el interior de la chica. Ella no pudo hacer mucho y ya la tenía dentro aunque le dolía. Los primeros movimientos eran dolorosos y placenteros a la vez, una mezcla muy interesante.

Con ese dolor ella quiso evitarlo masturbándose el clítoris con una de sus manos y eso hizo mientras sentía las embestidas suaves en su ano. Llego al orgasmo mientras se le dilataba con las penetraciones del pene, grito esta vez libre de ocupantes bucales. Sintió como salía su corrida por el coño y caía en sus manos. Se sentía bien follada.
El chico empezó a ir mas fuerte viendo que la chica disfrutaba y ella lo disfrutaba más. Estaba llegando el momento, el chico agarro la cadera de nuestra amiga con más energía y empujaba muy profundamente. Noto como el semen entraba en su cuerpo y tuvo de nuevo otro orgasmo acompañado de espasmos que la hacían retorcerse de placer.

Al sacar el pene el chico pensó en lo que había hecho, se sentía muy puta, le encantaba sentiré así. Noto como la corrida del culo le empezó a salir y escurrir por los labios de su vagina. Paso su mano para notar más humedad y calor en su sexo.

Los chicos recobraron pronto las formas como pudieron. Ella tardo un poco más y se sorprendió de alcanzar un orgasmo anal. Lo comento con ellos y el culpable de aquello sonrió diciendo que era la primera vez que tenía sexo anal.


Se dieron los móviles y comentaron verse el año siguiente por la playa y porque no organizar mejor otro acto y encuentro tan divertido y placentero como este.

sábado, 18 de mayo de 2013

El Sabor


Cuando la necesidad aprieta nada puede hacer que nuestros instintos sean apaciguados salvo darles lo que nos piden. Las fieras cuando tienen hambre comen, cuando tienen que aparearse se aparean y cuando tienen sueño duermen.
Más o menos es lo que nos pasa a los hombres, si tenemos una calentón nos masturbamos, si tenemos hambre comemos, etc etc. Existe un punto donde no podemos complacernos y es, si queremos follar NO FOLLAMOS, nos jodemos y tenemos que buscar la persona que desee complacer nuestro apetito.

Esta vez el hombre si encontró a la mujer que apaciguaría sus deseos y los alimentaria de lo que el mas deseaba, placer. La situación ya venía de lejos, varias semanas sin sexo hacen que el animal tenga un alto deseo de follar y de liberar energía a través del sexo.




Como casi siempre previo a la cita siempre existen piques y palabras que te hacen imaginar las florituras que conseguirás hacer con ella o los movimientos que ella realizara sobre ti. Una vez ambos de cuerpo presente comienza el ritual previo al acto.

Tomar algo y comer para tener energías suele ser el primer paso. Durante el camino los besos se sucedían, húmedos  deseosos, ardientes, no eran los típicos besos de labios con labios, no, en este caso se veían los deseos a través de los ojos, de las caricias llenas de picante y mordiente, directas donde más hacen crecer las fantasías y las ganas.

Un rincón es testigo de un empujón  acorralada por el hombre que quiere probar a su presa. Ella está sorprendida pero llena de ganas de que lo haga, que hinque sus dientes en su dulce cuello y pruebe una pequeña parte de lo que puede llegar a tener. Se le eriza la piel al sentir los dientes y los labios recorrer cada milímetro de su cuello. Lanza un suspiro y se muerde los labios, cierra los ojos y nota la mano del cazador entre sus piernas, se humedece más al notarlas. Le aparta de un empujón y continúan su viaje.

Tras el tentempié hay que pasar al primer plato y para ello ya es necesario algo de intimidad y de oscuridad. El destino es el cine para matar horas y tener sitio más o menos privado.
Comienza la película y pronto empiezan los roces. Una mano entre las piernas hace que a ella se le escape algún leve gemido. Se tapa la boca, no quiere que la oigan aunque la sala está vacía.


Ella se deja caer sobre el asiento tapándose la boca como puede y nuestro cazador sigue con sus roces y movimientos sobre la ropa. Sin aguantar más se lanzan el uno sobre el otro en busca de los labios, fundidos en besos casi dolorosos pero muy placenteros.

Mordiéndole los labios, susurrando al oído lo que desea desliza su mano sobre los pantalones de nuestro hombre que evidentemente esta con ganas de algo más. Ella hace lo propio como él y empieza los movimientos para apaciguar ligeramente el hambre que tiene. Las respiraciones cruzadas y aceleradas de ambos parece llaman algo la atención y paran durante unos instantes para no llamar la atención.

El estar en un sitio público parece darle un poco más de erotismo y peligro a la caza y eso hace que nuestros protagonistas gocen y quieran más de esta situación.
Con lo que parece un descanso él hace un movimiento en su pantalón  se desabrocha. Ella está más tranquila y nota como le agarra la mano y la dirige al miembro del cazador.

Una perversión llamativa y muy morbosa en medio de la sala. Al oído le susurra, eres muy malo. Ella sin cortarse ni importarle la gente procede a lamer cuidadosamente el pene, duro, brillante, caliente. Resoplos son los sonidos que aparecen, placer es la sensación que tiene.



Se incorpora y besa a nuestro hombre muy lascivamente. Me tienes muy cachonda son las palabras que salen de la boca de la presa que parece apresar al cazador entre sus labios y una peligrosa lengua.
No suelta su polla, la sigue moviendo pendiente de que no pare de disfrutar. El cazador cazado podría decirse.

Esta inevitablemente a merced de la presa, su presa, su deseo, su pasión  Largos movimientos con la lengua al rededor del pene acompaña a los movimientos de la mano, quiere su premio. Se ha ganado probar ese elixir tan deseado.

Se muerde los labios mientras se corre, una corrida muy ansiada, deseada, esperada. Aunque no en el lugar más imaginado pero si en el mejor momento. La película está en el mayor momento con más ruido y explosiones. Otra explosión más sabrosa brota y llena la boca de la mujer, de la presa, la verdadera cazadora.

Un sabor salado inunda sus papilas gustativas, una sonrisa muy sensual recorre su cara. Un final para la película perfecto. El resto de la historia la ponéis vosotros.

martes, 22 de enero de 2013

Menudas Vistas


Tras mucho tiempo os cuento esto pero no se sabe si es real o es mi imaginación fantasiosa.
Mi vecina, no exactamente así, es más bien la chica del bloque de enfrente. Creo que es estudiante ya que la veo leer bastante cerca de su ventana con luz natural. Debe ser divertida y jovial porque monta unas fiestas cuando puede brutales, de las que terminan con la policía en la puerta. Por cómo vive puedo llegar a pensar que no tiene pareja porque a veces se foguea con uno y otro cuando le apetece. Seguro que es una chica mala y juguetona pues he podido observar cómo se toca viendo películas porno.

Pues si algo así es mi vecina o mi no tan vecina, seguro que todos tenéis a alguna chica que observáis alguna vez por vuestra ventana o a través de la mirilla de la puerta. ¿Qué pensáis? Ya os lo digo yo, queréis ser vosotros los que estéis a su lado en esos momentos, ser sus manos y sus dedos cuando se infiltran en su interior emitiendo sonidos que rasgan el silencio de la habitación.
Contare los pasos previos a los grandes hechos.

Yo estoy en la ciudad por estudios y vivo en un piso de alquiler con otros estudiantes, por suerte la ventana de mi habitación tiene vistas a la maravillosa fachada de mi susodicha vecina. La primera vez fue fortuita, era verano y yo procedía a estudiar pues tenía que recuperar alguna asignatura pendiente, algunos ruidos de gritos rompían el silencio. Las ventanas abiertas de par en par para poder respirar algo de aire fresco dejaba  entran los sonoros gritos de esta chiquilla. Me di cuenta, tras intentar no hacerles caso, de donde provenían esos ruidos. Era ella sobre algún chico, al que debía tener en el limbo, la que manejaba la situación cabalgando. Podía ver como los pechos le botaban ligeramente y ella se agarraba la coleta y un pecho. Esa imagen se me quedo grabada, un poco lejana y difusa.


Pude comprobar cómo mis estudios ya no importaban y comencé a sentir calor y una temperatura más alta, necesitaba un poco de sexo ya que viene bien para relajarse y estudiar mejor (eso dicen), me apoye en mi mesa de estudio y puse mi mano a trabajar. Al meter la mano pude notar cómo se hinchaba poco a poco junto con el movimiento de mi mano. En silencio observaba la imagen de esta vecina y me ponía en la situación de su acompañante sexual, follándola sin parar hasta acabar junto a ella, sintiendo el calor que el interior de su sexo proporciona al mío, el dulce sabor de sus pechos y labios.
Cerré los ojos apretando los labios y aumentando la presión contra mi pene hasta llegar a correrme. Creo que pude ver como ella miraba de reojo hacia mi ventana pero el manto oscuro de mi habitación me cubría, era imposible de detectar como observaba la situación en plan voyeur.

Semana tras semana podía ver como jugaba con mas hombres, estudiaba y como se cambiaba de ropa. Llegue a pensar que lo hacía a posta, que se dejaba ver por otras personas para incitar recelo o morbo, era exhibicionista de eso no cabía duda y le encantaba el sexo.
Perdí la duda cuando en plena noche de estudios previo a los exámenes encendió su televisor. Era complicado ver que había puesto pero la postura que ella había adoptado era un claro síntoma de lo que acontecía.

Sin ropa y abierta de piernas, así es como la veía de lejos, era algo que no podía alcanzar y aun así estaba tan cerca, tan tentador. Ella jugaba con eso, seguro, ella sabía que solo unos pocos podrían probar lo que ella tocaba en su cuerpo, que solo los que ella eligiera probarían el rico néctar de su clítoris.

La imagen era demasiado clara como para apartar la mirada, llamaba tanto mi atención que me excite muchísimo, vi como se llevaba a la boca sus pezones y los lamia con placer, como chupaba dos de sus dedos con sensualidad y los escurría por su vientre hasta su sexo y los introducía dentro de ella. Podía llegar a ver alguno de sus gestos apretando los labios y cerrando los ojos, parece que lo hacía con muchas ganas. Movía su mano cada vez mas rápido buscando dentro de sí misma el punto más excitante y lascivo de sí misma. Me ponía demasiado y no podía dejar de tocarme mientras la miraba, llegaba a ser un vicio, una especie de droga alucinógena que te obligaba a pensar en ella y en todos sus movimientos.

Ahí estaba de nuevo con la polla al aire masturbándome mirando a través de mi ventana, quería ponerla a cuatro patas a ver si de esa manera se dejaba dominar por algún hombre.

La humedad que empecé a sentir en mi mano significaba que pronto me correría de nuevo viendo a mi vecina. Ella llego antes y termino de tocarse pero yo no pare, no en ese momento, estando a punto de llegar la perdí de vista pero aun tenia bien fresca la imagen de sus pechos botando. Sin querer un pequeño gemido se me escapo al lanzar la leche caliente de mi pene. Pude abrir los ojos unos segundos después, me volví para mirar la ventana de mi vecina y cuál fue mi sorpresa que ella estaba en la ventana mirándome.
Quise taparme rápidamente pero ya era tarde, había visto lo que hacía al ver lo que ocupaba ella en su tiempo.

Tímidamente lance un saludo el cual me devolvió ella con un beso tierno al aire. Avergonzado me metí en la cama tras limpiarme y soñé con ella. Mi mente me jugó una mala pasada y se dejo dominar por la inquietante vecina. Cientos de posturas pasaron por mis sueños, desde un 69, con mi boca empapada en sus flujos excitantes y sabrosos que hacían a su vez de afrodisíaco para mis instintos, hasta estas bajo sus piernas atrapado en un movimiento rítmico tan enloquecedor que te aovas en tus propios gemidos y placeres.Desperté empapado y empalmado muy caliente y excitado, una ducha fría me sentó bien físicamente pero no mentalmente y veía como me lanzaba ese beso pícaro.

Me vestí tras la ducha y me dispuse a tomar un café, mis compañeros aun dormían, eran las diez de la mañana pero la mayoría había estado estudiando hasta tarde.

La puerta sonó dos veces y rápidamente me dirigí hacia la puerta para que las llamadas del timbre dejaran de romper los sueños de mis amigos. Abrí la puerta de golpe, allí estaba ella muy alegre y sonriente como si me conociera de toda la vida. Me quede de piedra, ella solo me dio un beso en la mejilla y yo respondí con otra imagen de ella desnuda y un calentón instantáneo

viernes, 16 de noviembre de 2012

Del cine al coche

Una primera cita, ¿Que puedes esperar de ella? ¿Habrá tema? ¿Le gustaré?. Son algunas de las preguntas mas típicas que cualquier persona se hace al tener un "primer acercamiento" con una persona por la que se siente atraído.

Una ducha para despejar el cuerpo y la mente suelen ser el paso previo para agradar, afeitarse, ropa acorde con la cita y el tema, preservativos y alguna golosina para endulzar los momentos mas intrigantes son algunas de las armas mas comunes para ligar o atraer a esa persona.

Bueno pues descritos los pasos previos nos ponemos en situación que va tocando.

Como hemos descrito vamos a tener una cita con una chica, esta la llamaremos Verónica  Vero para los colegas. Se conocieron como últimamente pasa en este mundo, la tecnología manda y probaron a quedar tras algunas tentativas previas por supuesto. El horno debía ir con el bollo calentito para que hubiera ganas de hincarle el diente.

Tras los arreglos previos a la cita y no sin antes realizar las tareas necesarias para arreglar nuestro cuerpo serrano nos citamos ambos en un lugar mas o menos publico donde poder tomar algo y charlar para empezar.

Ella vestida con pantalón y una camiseta de tirantes mostraba muy orgullosa dos buenas razones por las que pecar miles de veces con ella. No era demasiado alta, alrededor del 1,65, morena de pelo largo y ojos oscuros penetrantes donde caer seria perderse en el abismo del infinito. Sonriente, alegre, contenta, se presentaba nerviosa pero segura de si misma como si supiera que ya estaba todo hecho y que no tenia que haber pasos previos.

No teníamos una idea de que realizar esa tarde noche, solo conocíamos el final de la misma cita. Decidimos entrar al cine mientras charlábamos sobre nuestras vidas y nuestras "hazañas" sexuales así como de los trabajos que nos tenían mas bien aburridos.

La idea pareció cuajar y decidimos una película de miedo, no me asusto con facilidad y me río mas bien en esas pelis. Ella estaba de acuerdo y con unas palomitas y las entradas nos dispusimos a entrar.

Previamente ya habíamos tenido piropos mutuos, piques con la mirada, palabras punzantes en ambos sentidos. Teníamos ganas de probar el uno al otro y saber que se escondía tras las palabras y las caras ya conocidas.

Durante el comienzo de la película nos picamos mutuamente con caricias y miradas. Recorría sus piernas con delicadeza buscando ese punto entre placer y relajación sin dejar que se duerma. Su brazo quedo sobre mi como respuesta a que lo que estaba haciendo le encantaba y símbolo de ello era su relajación y sus continuos cruces de pierna. El efecto era el adecuado.

Su mirada me mataba a ciertos momentos y cuando se mordía el labio no podía resistir pensar en morderlos yo también  Eran carnosos, colorados, ardientes y palpitantes pedían también su ración de suavidad y dulzura. Su piel era muy suave, claramente cuidaba su cuerpo para momentos como este y ella también quería agradar. Varias veces probé el sabor de su piel con mordiscos tentadores, dulces, picantes, intentando mezclar esas sensaciones en su cuerpo.

Por fin tras titubeos suyos y míos me atreví a robarla un beso, un beso ardiente, carnoso. Sus labios se deshacían en los míos, nuestras lenguas al fin probaron de que estábamos hechos cada uno y tengo que decir que aquel beso me gustó demasiado. Aun recuerdo como me agarraba de la mano mientras seguíamos besándonos. No quería parar pero el sitio no dejaba para mucho mas pues estábamos rodeados.

Las luces ya se apagaron y pude empezar a ser algo mas travieso. Las caricias en las piernas y brazos se convirtieron en algo mas. Mis manos ya no se perdían en partes del cuerpo a la vista y sabia que ella quería que lo hiciera. Sentía como ella quería mas, quería estar mas encendida y perder el control. Mientras disimuladamente le metía mano bajo el pantalón ella colocaba sus piernas y caderas de manera que fuera menos vistoso para nuestros acompañantes cinefilos.

Tras algún dilema con la posición conseguí llegar a sus braguitas, o mas bien su tanga. Por el tacto debía ser de encaje, si que había sido previsora y pensó hasta en su ropa interior. Pude notar su humedad y ver su cara a la vez y quería comerme, estaba que se salia del sitio, si por ella hubiera sido en ese mismo sitio me hubiera desnudado y follado sin compasión.

Movía mis dedos mientras veíamos la película y cada vez me mojaba mas mis dedos y parte de la palma de mi mano. Cambiaba de postura para que la gente no se diera cuenta y fuera menos vistoso el asunto pero creo que mas de uno se dio cuenta por algún que otro jadeo de nuestra compañera de viaje llamada Vero.

Ella alguna vez me intentó agarrar y palpar mi erección pero no la dejaba, lo siento pero no soy tan bueno y me encanta masturbar a las mujeres, mucho mas incluso que follar porque luego se folla con mas intensidad. Sus besos subían de intensidad y alguna vez que otra metió ella su mano bajo su ropa para guiarme y poder tener mas espacio para moverme yo. Quería que la hiciera mía y la diera lo que deseaba.

Finalizada la película no dimos tiempo a mucho mas, buscamos rincones oscuros y solitarios para poder dar rienda suelta a lo que queríamos  Al final lo conseguimos y no tardo mucho en ponerse ella encima en señal de que lo quería todo y lo quería ya.

La ropa desapareció enseguida y dio paso a cuerpos desnudos y deseosos. Mientras nos besábamos desabrochaba su sujetador azul, precioso, dejando a la vista dos preciosos pechos donde su cumbre eran sus pezones adornados con dos piercings negros que aun me daban mas morbo. Los lamí  mordí  agarre, toque y pude hasta fotografiarlos mentalmente para no olvidar como eran. Redondos perfectos llenaban la mano y la boca y eran suaves y dulces como ella.

Ella estaba muy deseosa y no espero a masturbarme y darme preliminares a mi y directamente fue a que folláramos en esa misma postura. Ella misma se ocupo de introducirse mi pene en ella y lo primero fue un gemido que creo llevaba unas horas queriendo soltar. No me cansaba de verla botar encima de mi. Como la penetraba bombeando a veces hasta lo mas profundo de su sexo.

Los cristales ya empañados por el calor que desprendían nuestros cuerpos ocultaban nuestros lascivos actos en el asiento trasero de un coche. Ella quería llevar mas el dominio de la situación y cambio la postura. Apoyó la planta de sus pies sobre mis cuadriceps y se tumbó hacia la parte delantera del coche. Así podía ver mas claramente como entraba y salia de ella y como me mojaba mas el vientre con sus flujos.

Ella gemía y saltaba y yo no paraba de agarrarla de los pechos, la sujetaba de la cintura para que se moviera mejor y se cansara menos y prolongar esta imagen en mi mente por mucho tiempo. Mas de un grito se escapo de su garganta mostrando que estaba disfrutando plenamente.

 Pero no soy juguete y me gusta jugar así que me toco a mi follarla. Tumbada sobre el asiento coloco sus piernas sobre mi y comencé a penetrarla enérgicamente  tenia muchas ganas guardadas puesto que ella había sido la primera en tomar las riendas.

Sus palabras eran claras "Si, joder, follame mas así . Creo que eso motiva a cualquiera en situación y yo no seria menos. Los botes que el coche daba por culpa de mis frenéticos movimientos eran demasiado evidentes para cualquiera que pasara cerca, pero a mi no me importaba tenia que follar sin parar y darla un recuerdo de mi tan grato que quisiera repetirlo.

No paré de empujar hasta que la dije que llegaba, "si por favor, encima de mi". Saque mi miembro de ella y lance todo mi ardor sobre su vientre y pechos. Con que gran placer lo hice y lo que pudimos reír tras acabar comentando un poco lo que acabábamos de hacer.

Desnudos sobre los asientos traseros del coche con una manta nos cubríamos para no pasar frío  pero no era frío lo que teníamos  Aun ardíamos por dentro, aun estábamos sedientos el uno del otro. Varias miradas y palabras volvieron a encender ese punto de pasión para continuar.

Esta vez no queríamos penetraciones, y me explaye en masturbarla. Los labios de su sexo mojados por mi y por ella estaban muy calientes e hinchados por la situación y el placer. Llenos de sangre que palpitaba en ella. Su sexo amargo pero dulce a la vez era como un estimulante para el deseo sexual. Como un afrodisíaco que me calaba muy hondo y me hacia no parar en mis maniobras.

Mi lengua no paraba de lamerla y ella bajo sus manos para tocarse mientras la chupaba. La besaba en algunos descansos y mis dedos continuaban lo que ella quería  "Dios me encanta que me toques así , mis dedos se hundían en su sexo palpitante, mojado, hambriento de placer. No paraba y con cada gemido de ella se estremecía y cerraba las piernas en señal de que otro orgasmo había caído. Y aun quería mas.

Me quitó de estar encima suya y siguió en su mundo masturbándose pero me indico con una mirada y un gesto de su lengua lo que quería  Pronto bajo y se dispuso a probar mi miembro. Entonces fue cuando saco a relucir su manejo de la lengua y no solo para hablar. Era como si para ella fuera un chupa-chups y lamia dulcemente la punta de mi glande.

Me miro y volvió a hacer otro gesto en señal de que quería probar mi corrida. Me puse a ello y la tumbe mientras ambos nos masturbábamos mirándonos. Era como cuando ves pelis porno pero teniendo a la chica a 30 centímetros de ti y pudiendo follarla.

Casi estaba y así se lo hice saber, volvió a agacharse y tragarse completamente lo que en la boca tenia. Hacia tiempo no me corría así y con alguien succionando de mi, sin dejar gota. Nos volvimos a tumbar sudorosos el uno al lado del otro. Satisfechos, propusimos volver a quedar para probar mas y mejor pero esta vez en la cama.

miércoles, 31 de octubre de 2012

El Postre


Por Luis Lorenzo

Él está de espaldas a mi sentado en el borde de la mesa de pino del salón. Nunca me habría imaginado que el terminara en mi casa y menos aún que se me pasaran por la cabeza los pensamientos que en estos momentos tengo. Simplemente lo había considerado un amigo, alguien con quien compartir un café, una tarde en una terraza, una noche de copas, una cena,... pero nada más. Y ahora, sin embargo, me encuentro observando su espalda sin poder apartar los ojos de su torso desnudo. Yo que siempre he sido tan precavida y cauta, me he sorprendido a mi misma cuando, sin querer, le he lanzado a la camisa que llevaba la taza de café que le he preparado después de cenar sólo por tener una escusa de verlo semidesnudo.

Cuando hace varios días atrás le invite a mi casa no creía que deseara llevarlo a mi habitación y sin dejar que pudiese reaccionar ni tan siquiera un segundo probar el néctar que contiene su boca y para que me hiciera suya salvajemente. Sí, pensándolo fríamente necesito un hombre en mi vida, llevo un tiempo sin estar con nadie, podría decirse que ando algo desesperada..., pero ¿por qué con el ahora?  Reconozco que siempre me ha gustado un poco, pero nunca me había imaginado con él hasta esta tarde cuando ha aparecido en la puerta de mi casa con esos vaqueros desgastados que sabe que tanto me gustan y con una camisa ajustada que nunca le había visto marcándole cada músculo de su torso.  Entonces, si me apetece disfrutar con él, ¿por qué me lo planteo tanto y no me dejo llevar y que suceda lo que suceda?

"Pues sí, como diría Sandra, me tengo que soltar mas la melena... Hoy va a ser el día y que suceda lo que sea."- Me coloco bien el sujetador y el vestido para que el primero quede en su lugar  realzando mis pechos y el segundo muestre más. Por suerte, hoy me he puesto algo más cómoda y en lugar de llevar como habitualmente tacones llevo unas manoletinas.  Disimuladamente me voy acercando a él sin hacer apenas ruido y le rodeo con mis brazos por la cintura dándole un beso en la mejilla, apretando con mis senos ligeramente su espalda y diciendo...-¡Sorpresa! Perdona por el manchón de la camisa, no era mi intención...- poniendo mi mejor cara de niña buena.

Noto como sorprendido se ruboriza pero no se desembaraza de mi abrazo y eso me anima aun más a seguir con lo que me he propuesto que no es otra cosa que tener una noche loca con él.  Sin girar la cabeza para que crea que no he notado como su cara ha cambiado su tonalidad a un rojo un poco mas intenso me dice que no pasa nada, que son cosas que pasan y le puede suceder a todo el mundo.-Gracias- le contesto y aprovechando la situación  le abrazo un poco mas fuerte para que note bien mis pechos en su desnuda espalda. Al intentar darle otro beso en la mejilla la gira rápidamente la cabeza y nuestros labios por un suspiro se rozan. En ese instante él ha dado el paso definitivo, yo debería deshacer el lazo que he hecho con mis brazos en su cintura, si en realidad no quisiese hacer nada con él, pero estoy decidida de ir hasta el final, por lo que, aun conociendo a que me va a llevar mi decisión, mantengo mis manos entrelazadas en la misma posición.

En ese momento él se gira ciento ochenta grados y se queda enfrente mía mirándome directamente a los ojos.  Sin apenas tiempo a decir nada él se lanza a por mi boca como si la vida le fuese en ello. En el momento que nuestros labios se tocan, la fuerza  con la que ha iniciado, en un principio, el movimiento se convierte en el momento del contacto en dulzura y pasión. El entreabre un poco la boca a la vez que la mía se deja llevar por su movimiento e introduce la punta de su lengua hasta tocar con la mía y comienza un pequeño juego entre ellas que me hace tener más ganas de él.  Sus brazos rodean mi cintura y una de sus manos acaricia mi espalda.

Al notar su contacto, sus brazos tensos agarrándome, su carnosa boca presionando dulcemente mis labios, su cálido aliento alimentando el mío y su lengua buscando incesablemente la mía, siento como el calor inunda cada centímetro de mi cuerpo. Quiero que me haga suya, notarlo dentro de mí, no me importan  las consecuencias que pueda acarrear, solo quiero que los dos nos dejemos llevar por la situación y nos abandonemos a la lujuria.

Me libero de su agarre y doy tres pasos hacia atrás. Juego un poco con él obligando a que se levante si quiere volver a acercarse a mí. Lo hace. Quiere que esto suceda tanto o más que yo. Nos volvemos a besar, esta vez con urgencia, como si fuera el último día de nuestras vidas. Al hacerlo me curvo un poco hacia atrás y hago que él se apoye un poco en mí notando su miembro endurecido. Esto hace que comience a notarme algo más húmeda. Una de sus manos me agarra por la espalda sujetándome. La otra me ha cogido por sorpresa un pecho. Al notar el contacto me sobresalto, pero por una décima de segundo, al instante me dejo hacer. Mis manos están aferradas en su trasero apretando su cuerpo hacia mí. Quiero llevármelo a la cama. Necesito conducirlo hacia ella, pero me quedo quieta unos segundos más notando como su urgencia se une a la mía y nos convertimos en dos animales en celo.

De pronto el para de besarme y recorrerme con sus manos todo el cuerpo.  Se queda parado a centímetros de mí y me dice que nos vayamos a mi habitación si no quiero que me folle allí mismo. Si por el fuera estoy segura que me empujaría hacia la mesa, me subiría el vestido y sin contemplaciones echaría a un lado el pequeño  hilo que llevo como tanga para penetrarme hasta derramarse dentro de mí. Estoy tentada a dejarle hacer a rendirme por un sexo salvaje y primitivo. Pero si dejo hacer lo que él quiere puede que me quede a medias, que no llegue al clímax y todo lo que espero de este momento se caiga como un castillo de naipes y comiencen las disculpas, los lamentos y las escusas. Y la verdad no me apetece llegar a ese punto.

Le cojo de la mano y sin decir palabra le meto en la habitación empujándole hacia la cama. Cae boca arriba con los brazos extendidos en cruz mirándome alternativamente a los ojos y a los pechos. Quiere desnudarme ya. Pero, ahora lo tengo a mi merced, espero unos segundos mas fuera de su alcance así me deseara aun más de lo que me desea ahora. Son unos segundos interminables para los dos. Ya puedo hacer con él lo que quiera. Soy su dueña para unas horas.

Me tiro encima de él con las piernas entreabiertas para que las suyas queden dentro de las mías y vuelvo a colapsar su boca con un beso húmedo y pasional. Su miembro  vuelve a encenderse y noto como crece dentro de su pantalón. Eso me hace continuar y excitarme aún más. Me agarra el culo con ambas manos por debajo del vestido. Comienzo a moverme para delante y atrás. Tengo mi sexo ardiendo y la parte delantera de mi tanga está completamente húmeda. Una de sus manos se resbala intencionadamente hacia abajo buscando mi vagina.  Dejo de besarle, le cojo la mano y le susurro al oído mientras sigo moviéndome, -aun no, no quieras descubrir todo antes de tiempo- y le muerdo el lóbulo de la oreja. Bajo a su cuello, comienzo a besarle y  a darle mordiscos suaves, su piel se eriza y comienza a respirar más fuerte. Cada vez le noto mas caliente y eso me estimula.

De pronto el asume el control. Se incorpora. Ponemos nuestras caras frente a frente y agarrándome por la cintura me da la vuelta haciendo que mi espalda toque la cama.  Comienza a besarme en la boca, pero por poco tiempo, desea conocer todo mi cuerpo así que baja a mi cuello, lo besa y lo acaricia con su lengua para que mi excitación sea máxima. Vuelvo a mover mis caderas  y él acompasa su movimiento al mío.

Siento como desea desgarrar mi vestido para, acto seguido, arrancar mi sujetador y mi tanga.  Pero le acerco más a mí metiendo la mano por dentro de su pantalón. Él coge el tirante de mi vestido y mi sujetador y los echa a un lado para abrirse camino a mis pechos. El vestido ya me llega por la cintura. Al darse cuenta cambia de táctica y en un suspiro me quita el vestido sacándolo por encima de mi cabeza. Este movimiento hace que me incorpore y aprovecha para desabrocharme el sujetador con una sola mano. Yo termino el trabajo quitándome el sujetador completamente y lanzándolo  a  cualquier lugar. Se queda colgando el pomo de la puerta. Ya con los senos  al aire volvemos a unir nuestros cuerpos. Cada vez hace más calor en la habitación. La temperatura de nuestros cuerpos caldea tanto la habitación que la sensación es como la de estar al lado de una hoguera en un día frío. Sientes como te abrasa el cuerpo pero es agradable. Le desabrocho el cinturón y le quito el pantalón.

Ya está como yo prácticamente en cueros. Me fijo en el bulto que esconden sus boxers Emporio Armani y comienzo a salivar. Tengo ganas de comerme lo que ahí esconde. Le agarro su miembro totalmente hinchado y un gemido de placer se escapa de su boca. Me sonríe y le devuelvo la sonrisa. Acto seguido de abalanza de nuevo hacia mi. Esta vez estoy bien preparada y subo mis piernas entrecruzándoselas en su espalda. Mi sexo desea tenerle dentro, que se introduzca hasta el fondo y que se derrame dentro de mí, pero aun llevo el tanga puesto. "Que me lo quite ya"- pienso.

Al momento como si leyera mi pensamiento me quita el tanga de un plumazo. Por suerte me había depilado días antes y estoy dispuesta a recibirle.  Me abre un poco las piernas y se queda observando, hipnotizado, mis labios. Adelanta su mano lentamente como si tuviese miedo a que le rechazase. Pero si lo estoy deseando... Ven a mí. En cuanto sus dedos rozan mi sexo me abalanzo a por él. Siento como busca mi clítoris y comienza a masajearlo mientras le beso entre jadeo y jadeo. Estoy mojadísima, excitada y deseosa de que me penetre. Le susurro al oído que me folle, que quiero notarlo dentro de mí. Se quita los boxers y le indico con un gesto que en el cajón de mi mesilla están los condones. 

Va a por ellos y me deja un resquicio libre. En ese instante aprovecho  y le agarro su miembro. Está tan duro como una piedra. Sin apenas dejarle tiempo a que se recomponga de la sorpresa me lo introduzco en la boca y comienzo a comérselo. Por un momento se queda paralizado sin saber que hacer. No se esperaba que tomase la iniciativa de ese modo. Segundos después coge con cuidado mi cabeza con las manos y acomoda el movimiento de sus caderas al de mi cabeza. Noto su excitación y me excito yo aun más. Quito mi mano que  ayudaba a mi boca para acariciarme el clítoris y dejo que mi boca haga todo el trabajo. Él sigue, prácticamente, con la misma postura con la que le he sorprendido, de pie con una pierna recogida con la rodilla apoyada en la cama y la otra extendida y con el pie en el suelo. Baja la cabeza y me observa como lo hago. Quita mi mano de mi sexo y comienza a tocarme.  Creo que como no pare al final se va a derramar en mi boca. No me desagradaría que lo hiciera pero no quiero que termine tan pronto.

Me saco su pene de la boca y alargo la mano libre al cajón de la mesilla que ha dejado abierto. Cojo la caja de condones y saco uno. Lo abro y se lo pongo. Ya está preparado para la acción. Me tumbo con las piernas completamente abiertas y espero que me penetre. Se coloca delante de mí  de rodillas y con una mano se asegura donde está la entrada a mi vagina. Cuando lo hace, guía a su miembro hacia el agujero. Al entrar dentro de mí me estremezco y mi respiración se entrecorta unos segundos. Por fin lo tengo dentro de mí. Noto como cada milímetro de él va ocupando mi vagina rozando cada una de sus paredes. Me agarro a su espalda y lo atraigo para mí. El comienza a moverse hacia delante y hacia atrás despacio como si quisiese  explorar con su pene cada resquicio de mi interior. Nos  besamos mientras el sigue moviéndose y haciéndome arder por dentro.

De pronto él se incorpora y saca lentamente su pene casi por completo.  No es posible que se haya ido tan pronto. Si  he intentado llevar los tiempos para que esto no suceda. Entonces  me embiste con fuerza y dejo escapar demasiado alto un gemido. Ha entrado tan profundo que creo que me ha partido en dos. Lo repite varias veces haciendo que me excite hasta unos límites insospechados. De lo húmeda que estoy creo que he orinado. Pero no, es flujo vaginal, mi cuerpo reacciona bien a su juego.  Se vuelve a parar y me sonrie. Quiere escaparse de nuevo pero descubro su jugada y  cierro mis piernas en torno a él empujándolo hacia mí haciendo que me penetre. Ahora no te escapas chaval. Se deja llevar y coloca casi todo su peso encima de mí. Me corta la respiración, pero me encanta tenerlo encima. Me besa y empieza a mover sus caderas hacia delante y atrás nuevamente. Intercala movimientos rápidos con otros mas lentos mientras me besa intermitentemente.  Mis gemidos de placer se unen a sus jadeos. Somos presa de nuestros instintos y nos dejamos llevar. 

Ya más caliente me apetece tomar el control y sea yo la que dirija. Cambiamos de postura. Esta vez me coloco yo encima. Se la cojo y la introduzco dentro de mí. Me encanta sentirla dentro y aun más tan dura como la tiene. Abro un poco los labios de mi sexo para que mi clítoris entre en contacto con su piel por completo y el roce me excite más. Comienzo a moverme para delante y atrás. El agarra mis caderas para sujetarme y sigue mis movimientos. Se incorpora un poco y me comienza a mordisquear mis pezones. Mis jadeos comienzan a ser más audibles a la vez que mis caderas se mueven con más rapidez. Siento como un hormigueo comienza a recorrer mi cuerpo. Me lleva hasta el y hace que me tumbe encima suya. Se levantan levemente mis caderas y comienza el a penetrarme con fuerza y velocidad. El hormigueo por todo mi cuerpo es mucho mas intenso. Creo que voy a explotar de placer y no quiero que pare. Le agarro con fuerza. Mi corazón va a mil por hora y el suyo también. Su cuerpo me embiste con fuerza y golpea el fondo de mi vagina con la punta. Mi clítoris está completamente inflamado y pequeños espasmos se suceden en él que se transfieren a mi como mini terremotos. Estoy a punto de correrme, solo espero que el aguante unos minutos más. Quiero que se vaya dentro de mi, que expulse su semen y se derrame mientras aun me esta penetrando. Sus jadeos son casi tan sonoros como los míos. Voy a explotar y él lo va a hacer conmigo. Sus movimientos son mas veloces está prácticamente arqueado  golpeándome una y otra vez. Noto como una corriente eléctrica procedente de mi clítoris se propaga por todo mi cuerpo haciéndome gritar de placer y me derramo. Segundos después él hace lo mismo. Comenzamos a pararnos poco a poco. Yo aún noto como mi cuerpo se estremece. Me quedo un momento tirada sin capaz de moverme encima de él.

Una vez mas relajados me coloco a su lado sin, apenas, fuerzas y nos quedamos los dos disfrutando el momento con mi cabeza en su pecho y su brazo rodeándome y acariciándome el pelo hasta que nos dormimos.



Colaboracion por Luis Lorenzo Un Rincon Olvidado

lunes, 17 de septiembre de 2012

Amor y sexo



Hoy quiero mezclar dos vertientes mías, amor y sensualidad. Espero todo quede perfecto y al gusto de todos mis lectores. Poneros en situación, este texto es algo ambiguo y evoca todos los recuerdos y experiencias que se ajusten a lo que deseamos y queremos.
Una fecha marcada en el calendario, un día señalado que expresa el éxtasis que siento al pensar en esos primeros momentos de pasión en nuestros encuentros, esos momentos ocasionales donde cada movimiento era un escalofrió y cada mirada ardiente una quemadura de placer.

Esporádicos con un toque eléctrico que hacían estremecernos mientras todo empezaba a aflorar. ¿Lo recuerdas?

Poco a poco fueron pasando los días, los meses, el sexo pasional y desenfrenado dio paso al amor y a las caricias más tiernas y cariñosas. Un día te dije te quiero y no pudimos evitar fundirnos en un beso largo y húmedo donde las lenguas se anudaban y se perdían juntas.

Esa noche hicimos el amor por primera vez y fue perfecto, los dos unidos en uno bajo la luz de la luna que entraba por la ventana. Tu piel estaba excitada pero pronto quiso mas al probar mis labios mojados sobre ella. Tu cuerpo sabía a placer, un placer profundo e intenso que saboreaba con cada lengüetazo, con cada beso y con cada roce. Tu sexo sabia a fuego y pasión, se humedecía según pasaban los segundos pidiéndome que continuara con tu viaje al mundo de los deseos.

La noche fue larga y no quería acabar, estabas perfecta, sensual y evocadora, quería tu cuerpo y anhelaba tu corazón. Quería robarte sentimientos, ser el ladrón de tus besos y dejar que el sexo fuera nuestro sello perpetuo, una huella que dejar el uno en el otro. Exhaustos por lo conseguido abrazados bajo las sabanas de la noche y las estrellas que con un manto oscuro fueron nuestros testigos de la declaración de amor.

Me clavaste en mi corazón tus palabras y miradas, el brillo de tus ojos te delataba, estas enamorada, sentía esa herida dentro de mi pero era tan sabrosa y dolorosa me gustaba tanto esa sensación que me quede contigo para saber que podías darme.

Estamos en esa fecha marcada, mucho tiempo ha pasado y quiero recuperar amor, pasión, cariño, esperanzas, sueños, todo aquello que nuestras palabras dijeron por nosotros. Te he preparado esto, este es mi regalo en forma de expresión. Mis letras y mis ideas, mis manos y mis ojos, mi mente y mi alma, mi corazón y mi sangre.

A solas pensaras en aquello que quieras, el momento que más te guste y veras mi cuerpo en tu mente, pensaras en ese dulzor que tuviste dentro. Pensaras en el placer que mi cuerpo te brindo en una copa de plata. Te humedecerás al recordar los besos y susurros al oído con las palabras que te hacían volar, abrir las alas y saltar al vacío sin saber donde caerás, donde experimentar con tu cuerpo y sentidos.

De noche caeré sobre ti, en tus sueños seré vampiro y probare el perfume de tu sangre que brotará haya donde clave mis dientes. No podrás resistirte a mí, nunca pudiste en realidad, lo sabes desde el primer día, desde el primer beso. Llenare mi boca de tus bocados, no dejare caer una sola gota de ti, no desperdiciare el momento.
Ríndete no luches solo goza, agárrate a mi, prueba lo que yo te de. Un anuncio mas en tu cuerpo alumbrado por las estrellas, oteo tus pechos deslumbrantes redondos y perfectos, quiero tocarlos, rozar tu pezón ver como reacciona y reaccionar yo por ello. Quieres que este dentro de ti, que empuje todo lo que tengo en ti.
Deja que baje yo a tu sexo, que mis dedos se introduzcan en tu humedad y que tus flujos caigan por mis manos en un baño de placer por alcanzar el éxtasis. Gime, grita, muérdeme, aráñame pero no pares de sentir lo que te estoy dando.

Cierra los ojos piensa en todas esas veces que gritaste cuando mis travesuras te hacían no poder respirar. Recuerda lo que sentías cuando te faltaba el aire y me pedias que parase. Las veces que te mordías los labios en signo de tu disfrute y de el mio.

No puedes mas, pídemelo, deséalo, no basta con quererlo debes estar ansiosa por ello, te are sufrir mas y no podrás hacer nada al respecto. Esa imagen de mi haciendo lo que yo no te dejaba. Haciendo que tu mirada pase del deseo a la perversión, del placer a la lujuria. La quieres para ti pero yo la tengo en mis manos y no puedes intervenir.

Ven déjame que yo te abra la puerta, encuentra lo que buscabas, siéntate, siéntete atravesada por mi. Miras al cielo buscando la respuesta pero pronto miraras a la tierra porque tu pecado carnal esta contigo y lo tendrás que disfrutar.

Abrázame, unamos los cuerpos, la noche es larga pero no tendremos frio, yo te daré calor, sudaras gotas sensuales, probaras de mi tu sexo y el mio. Tenemos un fuego encendido entre los dos y se llama amor ardiente.

Déjame empujarte siente cada embestida, muerde la almohada para ahogar tu voz mientras mis sollozos derriten tus oídos, mientras el sonido del sexo se mezcla con todo lo que nos rodea. Mas morbo aun si puedes verme desde el espejo y te ves sodomizada por mi. Que placer más extraño, que mente más rara pero gimes al verte así y al sentirme.

Lo quieres ya, no ha pasado demasiado tiempo pero me quieres encima de ti, que salga de mí para el deleite de tu paladar y tu visión. Te excitas más que calientas mas ver como llega como sale, como ahora soy yo el que mira al cielo. Me miras con ojos brillantes, me quieres, quieres lo que tienes delante, amas lo que te doy. Me deseas por encima de los demás.